Junto a la ermita del valle, en la oscuridad de la noche, me mirabas y el brillo de tus ojos parecían estrellas, esa noche de verano entraste en mi vida y mi corazón se lleno de ti, no me preguntes, solo déjame quererte cada día mas, es un sentimiento que nació en esa noche de verano y junto a la ermita del valle de Toledo, tu naturalidad y fragilidad, hacen de ti lo que siempre he añorado, ¡¡La virgen del valle!! ¡¡En esa noche de verano nos sonreía!! Recuerdo la mañana donde llena de fe me arrodille y la pedí encontrarte, esta noche de verano me concedió tu presencia y ternura, junto a la suavidad de tus manos que acariciaban las mías. Toledo lucia en el silencio de la noche y el canto de los grillos, sonaba más intenso, el tiempo se detuvo en la cercanía de la ermita del valle y mi corazón se lleno de ti y tu corazón sonreía, sin darme cuenta era el principio de un Amor intenso, como la luz que desprende Toledo, aun sigues aquí!! ¡¡Sera esa noche el principio de un gran Amor!!
Margarita Maria Vadillo Barrero